¿Alguna vez habéis sentido que vuestras clases de instrumento son demasiado aburridas? ¿Eres estudiante e ir a clase no te motiva tanto como antes? ¿O eres profesor y ves que tus alumnos no hacen más que mirar el reloj deseando que llegue la hora de acabar? Posiblemente la solución pase por la gamificación. ¿Conocéis el término?
Este concepto se refiere al uso de técnicas propias del juego para cambiar el comportamiento de las personas. Comenzó a utilizarse en el sector de la publicidad, y una de las primeras empresas que la utilizó fue la casa automovilística Volkswagen, que llevó a cabo su campaña “The Fun Theory“. En ella instalaron diferentes “juegos” por la calle con los que la gente cambiaba sus hábitos. Mirad algunos ejemplos:
1.”Las escaleras piano” (“Piano Staircase”): con estas escaleras que sonaban al pisarlas los viandantes preferían hacer ejercicio y subir por la escalera estática en vez de ceder a la comodidad de las escaleras mecánicas. Es decir, cambiaron de comportamiento al añadir un elemento de diversión.
En el sector de la educación musical parece que somos más tímidos, especialmente para las clases de instrumento que son individuales. Por ello voy a comenzar un ciclo de entradas destinadas a la gamificación para el aula de instrumento. ¿Comenzamos con la primera?
Gamificar la clase de instrumento #1: Tonara
La primera aplicación de este ciclo de entradas se llama Tonara, y está pensada expresamente para gamificar la clase de instrumento creando un hábito de estudio diario mediante el juego. El funcionamiento es muy sencillo, pero muy potente:
- El profesor asigna una tarea y un tiempo de dedicación al alumno desde el perfil del profesor. Por ejemplo: calentar con técnica por 5 minutos.
- El alumno recibe esa tarea en su aplicación. Al abrir su “agenda” le aparecerá un botón de Practicar junto a cada tarea.
- Cuando el alumno pulsa en “Practicar” comienza un cronómetro que contabiliza el tiempo de estudio hasta que el alumno complete el tiempo que había asignado el profesor. En el caso del ejemplo anterior, contaría los 5 minutos de calentamiento con técnica.
- Si el alumno ha conseguido alcanzar el tiempo de estudio recibe puntos. Conforme aumenta sus puntos acumulados va superando niveles.
Lo increíble no acaba aquí. ¡Si el alumno deja de tocar en algún momento la aplicación lo reconoce y deja de sumarle puntos! Esto funciona gracias a un sistema de escucha inteligente que busca las frecuencias propias del instrumento (hay que indicarle qué instrumento tocamos al abrir el perfil), de manera que el alumno sólo sumará puntos si realmente está tocando. No bastará con activar el cronómetro… ¡la música debe sonar!
Yo la estoy utilizando con mis alumnos y me está dando unos resultados impresionantes. No sólo he conseguido que adquieran un hábito de estudio diario sino que además he encontrado una manera de tener una comunicación fluida con ellos y con los padres mediante un chat interno de la aplicación, por lo que no es necesario que ni padres ni profesor demos el número de teléfono privado.
Por el momento la aplicación está en inglés, pero tienen planeado traducirla a varios idiomas, entre ellos el español. ¿Qué os parece?
Continuaremos el ciclo de Gamificar la clase de instrumento. ¡Suscríbete para saber cuándo se publicará el número #2!
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Pianista y pedagogo musical especializado en el uso de las TIC aplicadas a la enseñanza y práctica musical.